La ciencia ha confirmado gracias a estudios muy diversos algo que la tradición oriental, a través de disciplinas tan diversas como el tantra, el yoga o el zen llevaba poniendo por bandera durante miles de años: respirar por la nariz es mejor para la salud que hacerlo por la boca. La respuesta sencilla es que nuestro organismo está mejor preparado para funcionar de forma óptima gracias a la respiración de tipo nasal. Entre los beneficios de respirar por la nariz, esta opción mejora la elasticidad pulmonar, la capacidad torácica y la resistencia física, ya que reduce la frecuencia respiratoria con respecto a hacerlo por la boca. Por otra parte, previene contra numerosas enfermedades y reduce el riesgo de contraer resfriados, ya que la mucosa nasal es la primera barrera de defensa natural que humidifica, calienta y purifica el aire inhalado, encargándose de filtrar los virus y bacterias patógenas. Mientras, respirar por la boca te hace más proclive a desarrollar pólipos, alergias y enfermedad periodontal, además de problemas mandibulares. Las ventajas también son para el corazón y la salud cardiovascular, pues al atravesar los senos paranasales, el aire se enriquece con óxido de nitrógeno, mejorando la regulación de la presión arterial. También es buena para transmisión nerviosa y la respuesta inmunitaria El sueño es otra gran área que absorbe los beneficios de respirar por la nariz: la respiración oral por la noche dificulta el descanso reparador e impide el sueño profundo, ocasiona mayor tensión y estrés y genera estados de semi-vigilia, con despertares nocturnos o microdespertares, pesadillas, contracturas cervicales, bruxismos y cefaleas debido a la contracción de músculos maseteros y temporales. En octubre de 2017, un interesante estudio publicado en The Journal of Neuroscience y realizado por investigadores del Instituto Karolinska en Estocolmo consideró la relación entre la memoria y la forma en que respiramos. El estudio concluyó que el reconocimiento a través del olfato se trata de un mecanismo clave de supervivencia, razón por la que los vínculos entre el pensamiento y la respiración fueron las primeras adaptaciones evolutivas. Al respirar por la nariz estimulamos las neuronas en el bulbo olfativo, que luego señala al hipocampo, responsable de la creación y almacenamiento de recuerdos. Cómo respirar por la nariz y no por la boca Algunos pequeños consejos para favorecer la respiración nasal: Es fundamental tener las mucosas hidratadas, bebiendo agua y manteniendo la humedad del aire interior por encima del 40%.   Respiración combinada o mixta durante el ejercicio intenso: Si te ahogas corriendo o practicando cualquier otro tipo de deporte te recomendamoscoger aire por la nariz y soltarlo por la boca. En el pico álgido de intensidad puedes pasar a una respiración exclusivamente oral y en la recuperación, volver a la combinada.   Practica ejercicios de respiración: La respiración cuadrada, alterna o consciente diafragmática, -todas ellas propias de disciplinas como el yoga y que te ayudarán a relajarte, meditar y mejorar tu plasticidad cerebral- te ayudarán a controlar y regular tu respiración nasal. Para sentir el diafragma puedes poner una mano en el pecho y otra en el abdomen, notando como al inhalar el vientre se hincha y se reduce al exhalar.   Cuida la postura al dormir: Según la ciencia lo ideal es dormir de lado, postura denominada decúbito lateral, y preferentemente decúbito lateral izquierdo. Esta postura favorece los procesos del sistema glinfático  y te permite respirar mejor.   Si tienes problemas de respiración, acude al otorrino.